Día de los humedales

A propósito de la celebración estos días del Día de los humedales, hacemos un repaso de lo que nos dejó el año pasado en nuestra provincia en cuánto a aves acuáticas. Aunque por estas tierras no abundan las zonas húmedas, y las pocas que hay catalogadas están abandonadas a su suerte (la mayoría no tiene agua desde hace años), siempre se pueden encontrar humedales naturales o artificiales que en ocasiones nos dejan agradables sorpresas.

Primero, a finales de abril, tuvimos la visita de una pareja de gaviotas enanas (Hydrocoloeus minutus) cerca de Medina del Campo, estuvieron durante más de una semana.

Luego, a primeros de junio, fue la aparición de un morito común (Plegadis falcinellus) en unos prados húmedos cerca de Medina del Campo. Estuvo con nosotros cerca de un mes y se da la circunstancia de que estaba cojo, lo que no le impedía levantar el vuelo.

Ya en agosto, con los rigores estivales y dada la sequía que sufríamos, la presencia de agua en alguna laguna nos hacía presagiar alguna cita interesante que al final se produjo con la presencia de una malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala) que supone, según nuestros datos, la primera cita para la provincia.

Acabando el verano, a mediados de septiembre, y coincidiendo con el paso otoñal, lo más destacado fue un Correlimos de Temminck (Calidris temminckii) también en Medina del Campo, aunque no disponemos de fotografías.

También en septiembre nos visitó otra especie muy poco frecuente por estas tierras: un macho de pato colorado (Netta rufina), al que pudimos ver como se transformaba de un macho en eclipse, a un ave con plumaje casi de adulto.

Por último, a final de año, tuvimos la presencia durante dos meses de un macho de porrón pardo (Aythya nyroca), acompañado por varios porrones moñudos y comunes. Estas últimas citas se produjeron en Peñafiel.

Esperemos que el año en curso nos traiga más jornadas de campo tan interesantes como éstas.